A parte de llevaros unos libros en la maleta, hoy te voy a proponer 4 actividades muy sencillas que podéis hacer con los niños durante las vacaciones familiares y con las cuáles van a practicar la lectoescritura sin darse cuenta, sin quejas y sin que sea una obligación.
POSTALES PARA LOS AMIGUITOS Y FAMILIARES
Es una costumbre que se ha perdido y a mi me da una pena terrible. Recuerdo con mucho cariño el escribir postales para los amigos desde el sitio donde pasaba las vacaciones.
¿y recibirlas?
¡Eso casi era mejor que enviarlas!
Creedme, si enviáis postales, seguro que también recibiréis alguna y a los niños les hará una ilusión tremenda.
Así que vamos a fomentar la lectoescritura de una forma tan simple como enviando postales. Veréis que les encantará ir a comprarlas (o hacerlas ellos mismos), escribirlas, ponerles el sello e ir a echarlas a correos.
LA LISTA DE LA COMPRA
Aunque estemos de vacaciones hay que seguir comiendo ¿no?
Pero con la ventaja que ya no hay tantas prisas al ir al súper. Así que podemos aprovecharlo para fomentar la lectoescritura. Sí, sí, lo que oyes.
¿y cómo?
Pues muy fácil: que los niños escriban la lista de la compra y sean los encargados de ir tachando lo que ya hemos puesto en el carro.
También pueden buscar ellos los productos y hacerles leer las etiquetas, para saber si la leche es entera o desnatada, o el helado de nata o de vainilla, por ejemplo.
Además los tendremos entretenidos en el súper y será menos estresante. Ya te va gustando más la idea, ¿verdad? 😉
ÁLBUM DE LAS VACACIONES
Podéis darle el nombre que más os apetezca: «cuaderno de viaje»; «diario de vacaciones»;…
Nosotros lo llamamos «álbum de las cosas chulas que hacemos en vacaciones». Sí, ya sé, es un poco largo jijiji, pero precisamente es eso.
Se
trata de ir documentando las cosas «especiales» que hacemos en verano,
los sitios a los que vamos, las experiencias que vivimos y con quien las
compartimos,… en definitiva, cualquier cosa que quieran recordar y
plasmar en una hoja.
Me encanta porque:
- Fomenta la lectoescritura
- Es una alternativa a los tradicionales cuadernos de verano
- Al final tendrán un libro único de sus vacaciones, para leer, releer, enseñar y recordar todas sus andanzas
- Fomenta la creatividad, porque es una actividad totalmente libre, sin reglas preestablecidas
- Recopilarán momentos y recuerdos en un álbum que luego podrán enseñar en el cole, a los abuelos, tíos, amigos,… fomentando su autoestima.
¿Y cómo lo hacemos?
Pues no puede ser más simple. Sólo llévate de vacaciones unas cartulinas blancas y una caja con lo que tengas en casa: rotuladores, colores, un estuche de acuarelas, retales de papeles y cartulinas de distintos colores, trozos de goma eva, pegatinas, pegamento, tijeras, tijeras en zigzag,…
Y cuando hagáis algo guardad entradas y trípticos, recoged recuerdos (conchas, hojas,…), haced fotos, etc.
Y luego que los niños plasmen su vivencia como más les apetezca: pintando, dibujando, escribiendo, haciendo un collage, cortando y pegando, etc.
Su imaginación no tienen límites, ¡no se los pongas tu!
Anímales a escribir algo para recordar dónde era, con quién fueron, qué les gustó más,… y también podéis poner la fecha por detrás.
Os recomiendo las hojas por separado, porque así pueden hacer sus creaciones con más comodidad. Cuando regreséis a casa ya lo juntaréis haciendo un librito o álbum.
PREGUNTAS INGENIOSAS
Para niños más grandes, Laura del blog Mis Trucos Para Educar, nos propone una serie de preguntas en forma de acertijos que los peques deberán adivinar.
Os sonará más de una pregunta y os divertiréis un buen rato mientras los niños leen, escriben las respuestas, comparan si han acertado y hacen el recuento de aciertos y fallos.
Ideal para fomentar la lectura e incluso la escritura durante las vacaciones o el trayecto hacia ellas 😉
Podéis descargarlas aquí: Preguntas ingeniosas por MTPE
Fuente: http://www.clubpequeslectores.com