Es sorprendente observar con la destreza con la que los niños de hoy manejan cualquier tipo de dispositivo tecnológico que caiga en sus manos. Son nativos digitales, niños que han nacido rodeados de tecnología y a los que no les supone ningún esfuerzo enfrentarse a nuevas tecnologías.
No cabe duda, que ha entrado la tecnología de pleno y nos ayuda a realizar muchas de las tareas a las que nos tenemos que enfrentar cada día. En general son muchas más las ventajas de las que podemos beneficiarnos que las desventajas que nos puede acarrear.
Bien utilizadas,
las tablets introducen al niño en el mundo digital de modo lúdico. Al contrario
que ver la televisión, que es una actividad pasiva, jugar con ellas
requiere participación por su parte. Los
juegos son interactivos y le proporcionan un
feedback sobre lo que está haciendo mediante una señal de “aplauso” cuando
acierta o en forma de puntos.
Además, estimulan su desarrollo. Por ejemplo, el pequeño escucha un cuento
y aprende nuevas palabras, u observa las letras y se da cuenta de que existe
una relación entre éstas y los sonidos. Las tablets también le enseñan cosas
sobre animales, canciones, países, etc. (aunque algunos estudios afirman que
los contenidos aprendidos en los medios digitales son más rápidos y visuales,
pero perduran menos en la memoria).
La influencia de estos y otros dispositivos tecnológicos en la forma de
aprender está empezando a ser tan importante que incluso hay algunos
científicos que opinan que estos nuevos modos de aprendizaje cambiarán con
el tiempo nuestra estructura cerebral y nuestras capacidades cognitivas.
Sin embargo, el uso frecuente de las tablets tiene aspectos negativos que es necesario evitar. Por una parte, es una actividad sedentaria y los expertos avisan de que el actual aumento de la obesidad infantil está relacionado en gran parte con el cambio de actividades de los niños. También existe el riesgo de que el niño acceda a contenidos inapropiados, algo que puede causarle ansiedad, ya que a esta edad aún no distingue bien entre el mundo real y el de la fantasía.
Claves para utilizar bien las tabletas
- Fija un tiempo diario máximo de uso de pantallas (tablet, ordenador, televisión…) y mantenlo a rajatabla. A los 4-5 años no puede exceder de 30 o, como mucho, 60 minutos. Haz que el niño la utilice en la habitación donde tú estés, así puedes ver a qué juega.
- Es preferible que primero haga todos sus deberes y que luego, como recompensa, disponga un rato de la tablet.
- No dejes que la utilice justo antes de irse a la cama: hacerlo le pondría nervioso e interferiría en su descanso.
- Da un buen ejemplo a tu hijo. No te pases horas ante la pantalla.
- Utiliza un sistema de control paternal para evitar que el niño entre en webs o descargue aplicaciones inadecuadas.
- Plantéate su uso de forma positiva: aprovecha la ayuda que te brinda en momentos de espera (en el médico…) y comparte alguno de sus juegos con tu hijo.
Y un último consejo: elige buenas aplicaciones educativas para niños.